Para muchos, sacar dinero de un cajero automático sin que la entidad bancaria de turno les cobre dinero es una odisea, otros consumidores, sin embargo, lo tienen más fácil. Pero ¿a qué se debe esto? ¿Por qué hay personas que tienen más fácil sacar dinero del cajero sin sobrecostes que otras? Te lo explicamos a continuación.
Que un cajero automático de otra entidad te cobre o no por sacar tu dinero dependerá del acuerdo que mantenga tu propia financiera con otros bancos o cajas de ahorro.
Cuando eliges un banco, además de leer la letra pequeña que tiene que ver con las comisiones en concepto de mantenimiento de cuenta, de libreta, de tarjeta de débito o crédito, etcétera, has de informarte sobre si debes asumir también las comisiones que aplican otras entidades propietarias de cajeros cuando intentes sacar dinero en ellas.
Es decir, estas últimas pueden cobrar comisiones por el uso de sus cajeros, pero ese sobrecoste no recaerá directamente sobre ti, sino sobre la entidad emisora de tu tarjeta, la cuestión es si tu entidad va a asumir el pago de esa comisión o si te la va a trasladar.
Todo dependerá de si tu banco o caja mantiene acuerdos con otros grupos, de su política de empresa, del grado de vinculación que mantengas, del importe que saques y del lugar donde estés.
Por ejemplo, algunas entidades no cobran comisiones siempre y cuando saques dinero en un lugar donde su grupo no tenga presencia y otras fijan cantidades mínimas y máximas a sacar si deseas eludir la comisión.
Sacar dinero en el extranjero, otro cantar
Por lo general, extraer dinero de un cajero automático en el extranjero puede salirnos muy caro.
La mayoría de las entidades cobran elevadas comisiones en este sentido y lo hacen de dos formas diferentes: aplicando un porcentaje sobre el importe total retirado (esta comisión varía si nuestro lugar de destino pertenece o no a la Unión Europea y pueden alcanzar el 5,5 %) o un tipo de cambio fijado de antemano.
No hay que olvidar que a este importe habría que sumar la tarifa que aplique la entidad propietaria del cajero, denominada “surcharge fee”, y la tasa correspondiente al cambio de divisa, si nos encontramos en un país que opera con una moneda distinta a la nuestra. Como ves, los sobrecargos se van sumando.
Las opciones más económicas para pagar en el extranjero son:
- Pagar con tarjeta de crédito o débito directamente en el establecimiento, pues las comisiones aplicadas suelen ser inferiores a las de sacar dinero en un cajero (normalmente entre un 2,5 % o 3 % sobre el total de la compra) y, en algunos casos, incluso nulas. Los pagos con tarjeta suelen compensar, aunque debemos asegurarnos de incrementar el límite de la misma. Si vas a sacar dinero allí porque no te queda otra, mejor hacerlo con una tarjeta de débito que de crédito, suelen acarrear comisiones más bajas.
- Llevar desde España efectivo en la divisa del país de destino, dinero contante y sonante que habremos cambiado previamente en nuestro banco, antes de viajar ¿Por qué? Por que depende del país o la zona del mismo a la que acudas de vacaciones, encontrarás serias dificultades para cambiar nuestra moneda, sin hablar de las largas colas.
Si lo haces en el país de vacaciones, en una casa de cambio (que sea fiable o te timarán), en el aeropuerto o en un hotel, las comisiones adicionales podrían resultar abusiva si no te andas con ojo.
Al cambiar moneda previamente en tu sucursal de confianza en España, estarás asumiendo el tipo de cambio y las comisiones aplicables por tu entidad, si es que las hay, aunque, normalmente, son bastante inferiores a las que puedan aplicarte en el país de destino, a no ser que tengas suerte y encuentres el lugar apropiado en el momento justo.
Los inconvenientes, que viajarás con dinero en metálico encima, lo cual no es muy recomendable, y que deberás ajustar la cantidad que cambies lo máximo posible, ya que de lo contrario, cuando vuelvas a España, tendrás que cambiar de nuevo la moneda sobrante y seguramente perderás más dinero en la operación.
Lo que está claro es que salir de nuestro país con una tarjeta de crédito te aportará mucha seguridad a la hora de viajar. Nunca se sabe lo que te puede pasar y si necesitarás una elevada suma de dinero para paliar, por ejemplo, un ingreso médico inesperado en un hospital privado en el país de destino.
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