Nadie quiere pagar más de lo necesario por un préstamo, pero lógicamente todo el mundo desea obtener el mejor rendimiento posible de su inversión. En este aspecto, los tipos de interés cumplen un papel fundamental, por lo que es necesario entender qué es el tipo de interés, qué tipos de interés existen y cómo afectan a nuestros fondos.
En este artículo resumimos lo que debes saber al respecto, ¡así que comencemos!
¿Qué son los tipos de interés y cómo se utilizan en finanzas?
Básicamente, los tipos de interés son el rendimiento de los ahorros y el coste de un préstamo, que se suelen expresar en porcentaje y se pagan mensualmente.
Esto quiere decir que, si deseas obtener ingresos de tus ahorros, puedes depositarlos en una cuenta bancaria y conseguir ganancias mensuales, que es el tipo de interés generado en función del importe invertido. Por otro lado, cuando se trata de un préstamo, los intereses se aplican a la cantidad solicitada en base a la valoración de ciertos factores de riesgo determinan el importe total a devolver, lo que explicamos más adelante.
¿Cuáles son los tipos de interés?
Al solicitar un préstamo, primero hay que distinguir el Tipo de Interés Nominal (TIN), que es el interés que cobran las entidades financieras por prestar dinero sin incluir los correspondientes gastos y comisiones, y la Tasa Anual Equivalente (TAE) que incluye el TIN más gastos y comisiones. Adicionalmente, hay que considerar otros tipos de interés como:
- Interés fijo: permanece constante durante todo el periodo de préstamo. No varía con respecto a las tasas de interés oficiales y suele aplicarse a préstamos de menos de doce meses.
- Interés variable: cambia en función de la tasa de interés oficial, por lo que al bajar nos beneficia, pero nos afecta al subir. Su plazo de reembolso es más largo que el del fijo.
- Interés mixto: es fijo en los primeros años del préstamo y luego variable hasta su terminación.
Para las inversiones, los intereses pueden ser compuestos, que es el tipo de interés que se añaden al capital inicial dando lugar a nuevos intereses, o simples, que se calculan solo con base en el valor del capital inicial.
¿De qué depende el tipo de interés?
Los tipos de interés dependen principalmente del interés que cobran los bancos cuando se prestan dinero entre sí en el mercado interbancario. El Banco Central Europeo (BCE) es la entidad de fijar estos tipos de interés en el Espacio Económico Europeo.
Asimismo, la tasa de interés en España depende del mercado y de la ley de la oferta y la demanda, por lo que a menor tasa de interés, mayor demanda de productos financieros habrá y, por el contrario, a mayor tasa de interés, menor demanda. Mediante la asociación de estas dos variables, se obtiene un punto de equilibrio y se instaura el valor del tipo de interés.
¿Qué es la tasa de interés y por qué cambia?
La tasa de interés es lo mismo que el tipo de interés, esto es, el precio del dinero. Dicho de otra forma, es lo que pagamos por usar cierta cantidad de dinero en una transacción financiera.
Los cambios en las tasas de interés dependen de factores como:
- Plazo del préstamo: a menor plazo, menor tasa de interés y coste general, pero mayor pago mensual.
- Perfil del usuario: si la calificación crediticia del usuario es positiva, el prestamista asume menos riesgo de impago y, por tanto, reduce la tasa de interés.
- Tipo de operación: a más riesgo, mayor tasa de interés aplica el banco; por ejemplo, el interés de una hipoteca oscila entre el 1 % y el 4 %, mientras que el de una tarjeta de crédito suele superar el 10 %.
Los factores económicos externos también generan cambios en los tipos de interés bancarios, por lo que ante una crisis económica, los prestamistas pueden reducir las tasas de interés para alentar a los usuarios a pedir prestado más y gastar más, revitalizando así la economía.
¿Cómo afecta a tus ahorros el tipo de interés?
Cuando el Banco Central Europeo (BCE) aumenta el interés, básicamente el dinero se encarece. La razón es que cuando los bancos piden dinero al BCE para prestar a empresas y hogares, si el tipo de interés es alto, esto se refleja en un encarecimiento de los préstamos a consumidores y empresas. Por lo tanto, los más afectados son quienes tienen que solicitar préstamos o poseen préstamos con interés variable.
Sin embargo, cuando los bancos se prestan entre sí con tipos de interés bajos, no cobran mucho a los usuarios por el dinero que les prestan, aunque les aumentan la comisión o el margen aplicado al préstamo para evitar la pérdida de ingresos y, por otro lado, no pagan demasiado por los fondos que dejan en sus cuentas remuneradas.
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